Si tuviéramos que elegir la localidad más popular entre los turistas que visitan el sur de Galicia, esa sería, sin duda, Baiona. Situada en las rías Baixas, a una escasa media hora de Vigo, se trata de un destino que cada año eligen miles de visitantes, especialmente procedentes del resto de España.
Los atractivos que ver en Baiona son múltiples, ya que en ella se combinan buenas playas, un clima por lo general cálido y apacible (aunque no se libre de la lluvia en invierno), edificios con un clarísimo valor histórico-artístico, una muy completa oferta gastronómica y hotelera y muchas actividades de interés.
Qué ver en Baiona en un día
A primera vista, Baiona no es la típica villa marinera gallega con encanto como pueden ser Sada, Combarro o Corcubión, llena de rincones pintorescos. La población ha crecido mucho en las últimas décadas y lo ha hecho siguiendo el recorrido de la costa, donde han proliferado los edificios modernos y escasamente interesante.
No obstante, que no os engañen las apariencias, su casco histórico es realmente bonito y visitarlo es obligado si os alojáis en Baiona o en los alrededores como Vigo.
Qué ver en Baiona en un día de mañana
Una visita a la villa de Baiona debe empezar, sin duda, por un recorrido por su casco histórico, declarado conjunto de interés histórico-artístico en el año 1993. La visita puede iniciarse en el Paseo Marítimo, concretamente en el monumento a Alfonso XII, frente al edificio de la lonja.
Desde ahí nos adentraremos en la población hasta la plaza del Concello. Los edificios más llamativos de la localidad, incluido el propio ayuntamiento, del siglo XVIII, se encuentran en las calles que rodean esa plaza.
Los monumentos histórico-artísticos más interesantes que ver en Baiona son la Capilla de la Misericordia y la Capilla de Santa Liberata, del siglo XVII y la Ex-colegiata de Santa María de la Anunciada, del siglo XII. Pueden verse en el orden que uno desee, ya que se encuentran muy cerca unas de otras y el acceso a su anterior es libre excepto en las horas de servicio religioso.
Toda esa zona está llena de bares, taperías y restaurantes. Así que, tras las visitas, podéis aprovechar para comer en esa zona. Además, es casi toda peatonal y, gracias a las paredes de piedra, resulta bastante fresca incluso en verano.
Qué ver en Baiona en un día de tarde
Tras comer en alguno de los restaurantes de la localidad, bajaremos hasta el Paseo Marítimo para descubrir lo que la fachada marítima tiene que ofrecer. El Paseo Marítimo de Baiona es bastante largo y recorre todo el frente marítimo, salpicado de bares, cafeterías, restaurantes y tiendas. Es recomendable recorrerlo entero, ya que eso nos permitirá hacer varias paradas interesantes.
Carabela La Pinta
La primera parada vamos a hacerla en el puerto deportivo, dónde se conserva una réplica de la Carabela La Pinta, aquella en la que viajó Colón. Esa réplica se construyó en 1993 y desde entonces es un museo.
Es una visita genial para primera hora de la tarde, ya que se entra dentro de la embarcación y eso os permitirá disfrutar de una visita interesante y, al mismo tiempo, huir del calor del verano.
Fortaleza de Monterreal
Tras salir de la Carabela, seguiremos la línea de la costa y llegaremos a la Fortaleza de Monterreal.
Se trata de un conjunto histórico-monumental imprescindible que ver en Baiona y que es lo primero en lo que os fijaréis cuando entréis en la villa. Es el principal atractivo de la fachada marítima y está en medio de una zona ajardinada en la que se suelen hacer mercadillos y festivales a lo largo de todo el verano.
Se construyó a lo largo de varios siglos, desde la Baja Edad Media a la Edad Moderna. Su función era la de defender la localidad del ataque de piratas y corsarios y con los siglos llegó a ocupar casi 200.000 metros cuadrados. Hoy es un parador nacional y no puede entrarse en los edificios a menos que os alojéis ahí. Pero sí se puede pasear por los jardines, rodeados por murallas.
Para esa visita hay que pagar entrada, que es más cara si se quiere acceder al recinto en coche. Pero también se puede dar la vuelta a las murallas por el exterior. De hecho, existe un camino a ese efecto, y de esa manera podréis tener unas preciosas vistas tanto del pueblo como de la costa.
Parque de la Palma
La fortaleza de Monterreal está situada al lado mismo del Parque de la Palma. Es un lugar que no tiene ningún atractivo turístico especial pero que suele ser la sede de todo tipo de actividades, como mercadillos, festivales de música, encuentros de food trucks…
Monumento de la Virgen de la Roca
Siguiendo el Paseo Marítimo encontramos el último punto que ver en Baiona durante nuestra visita, la estatua de la Virgen de la Roca. Se trata de una enorme escultura, de 15 metros de altura, que se construyó en 1930 en una de las colinas sobre las que se asienta Baiona. Es de granito y mármol.
Es lo más parecido a la Estatua de la Libertad que podáis encontrar en España. Se puede subir hasta la cima, donde hay un mirador en forma de barca en el que caben hasta 3 personas. Supone una manera bonita de observar la zona desde una perspectiva inusual. En los días más despejados podéis ver incluso las islas Cíes.
Finalmente, podéis terminar la tarde con un chapuzón en alguna de las playas de Baiona, algo que siempre se agradece con el calor del verano. La ciudad tiene 5 playas que se extienden por la península de Monte Boi (a un lado y otro del Parador) y hacia la vecina localidad de Sabarís. Sólo tenéis que elegir la que más os guste.