Qué ver en Salamanca en un día o en una tarde y qué hacer

Un día en Salamanca puede no ser suficiente para explorar esta ciudad medieval. Situada en plena meseta norte de España, es conocida por todo el mundo dentro y fuera de nuestro país como una ciudad universitaria. Yo, que he estado con mi pareja recientemente, tengo claro que es uno de los lugares más hermosos de España. Al menos de los que yo haya visto. Pero, ¿qué ver en Salamanca en un día? ¿Qué no te puedes perder y tienes que hacer?

Debido a su lugar en la cultura histórica y el arte de España, Salamanca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Así que si solo tienes una tarde o un día, te recomiendo centrar la mayor parte de tus horas en disfrutar de la arquitectura de la ciudad.

Qué ver en Salamanca en un día

Salamanca está llena de atracciones y verlas todas en un día o una tarde puede ser demasiado abrumador, pero las siguientes son las que no te puedes perder en tu visita de un día a Salamanca.

Salamanca Patrimonio de la Humanidad

Qué ver en Salamanca en una tarde

Empecemos por el caso más estricto. Solo tienes un tarde o unas horas escasas para visitar Salamanca. Evidentemente no vas a poder disfrutar de toda la ciudad, pero si te organizas bien, tendrás tiempo para salir con la boca abierta. Y con unas ganas enormes de volver para visitar la ciudad con más calma y más días.

Si hay algo que no te puedes perder en Salamanca, es su universidad. Estamos hablando de la universidad más antigua de España y la tercera más antigua del mundo entre las que todavía funcionan.

La otra atracción de Salamanca que no puedes dejar de ver aunque solo tengas unas horas en la ciudad es su Plaza Mayor. Terminada en 1755, es el centro neurálgico y el lugar donde constantemente verás caminando y paseando a personas de todos los continentes, así como a los locales que realizan sus rutinas diarias.

Salamanca en un día: catedrales y conventos

Una de las cosas que debes hacer en Salamanca, es dejarte sorprender por sus catedrales, tanto la nueva como la vieja. Están construidas una al lado de la otra, pero con una diferencia en el tiempo más que considerable. La vieja data del siglo IV, mientras que la nueva se construyó en el siglo XV.

Qué hacer y ver en Salamanca: la Catedral de Salamanca

La primera muestra una arquitectura románica, mientras que la segunda tiene toques del Renacimiento. Esto hace que vistas y disfrutadas juntas, ofrezcan un espectáculo para sorprenderse.

Otro must si está abierto (o simplemente para ojear sus exteriores) es el Convento de San Esteban. Sirvió inicialmente como un convento de la Orden de los Dominicos. Si tienes la opción de disfrutar de sus zonas interiores, descubrirás un auténtico convento intrincadamente diseñado con tres claustros.

Qué hacer una tarde en Salamanca

Sí, has leído bien. Ranas. Difícilmente te voy a coger por sorpresa con esta información, pero está claro que si entras en Salamanca, no puedes salir sin encontrar la rana.

La Universidad de Salamanca, de la que hemos hablado anteriormente, no solo es conocida por su historia, sino también por su intrincado diseño. La talla más famosa de todas las que han adornado su fachada es la rana en un cráneo. La gente tiene dificultades para encontrarla y existen todo tipo de leyendas sobre ella. ¿Te animas a intentarlo? ¡Buena suerte!

Si organizas bien tu ruta, podrías hasta visitar la antigua biblioteca pública. Por supuesto, no tendrías tiempo para leer algo. Pero vale la pena hacer un recorrido rápido por una de las bibliotecas más antiguas del mundo. Se encuentra en la Casa de las Conchas y ofrece muchas maravillas literarias.

¿He dicho Casa de las Conchas? Imagínate que te vas de Salamanca sin verla, ¡imperdonable! Aunque solo tengas un día, no te la puedes perder. Se llama así porque tiene más de 300 conchas que salpican su fachada. Este edificio fue construido originalmente de 1493 a 1517 por orden de Rodrigo Maldonado de Talavera, un profesor de la Universidad de Salamanca y un caballero.

Qué hacer y ver en Salamanca: Casa de las Conchas

¿Se puede ver Salamanca en un día?

Pues la verdad es que no. Muy pocas ciudades permitirían eso. Pero aquí hay que definir bien qué significa ver una ciudad. Lo bonito de Salamanca es que, además de las atracciones mencionadas anteriormente, hay un montón de rutas de senderismo que serpentean a través de la ciudad. De hecho, algunas, sino todas, conectan más de una atracción de la ciudad. Por lo tanto, se puede explorar mucho simplemente caminando.

Eso sí, si solo tienes un día, lo mejor es que aproveches al máximo cada hora. Es decir, intenta empezar la jornada temprano por la mañana. O, en su defecto, alargarla hasta lo más tarde que puedas. Para ello, nada mejor que viajar la noche anterior o quedarte a dormir en la ciudad el día que la visitas. Puedes verlo como una gran oportunidad de conocer los mejores bares de la ciudad. Volverás a tu casa descansado, pero tras enamorarte de Salamanca.

Claro, aún así no podrás entrar en cada edificio ni detenerte en ellos todo lo que te gustaría. Pero te harás una idea de lo impresionante que es esta ciudad. Y, sobre todo, abrirás apetito para tu próxima visita. Porque, para qué engañarte, ¡vas a volver! Yo mismo, que no soy fan de repetir visitas (¡con la de lugares que hay que ver!) ya me encuentro preparando mi segundo viaje.

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